viernes, 4 de abril de 2014

DESAHUCIOS POST MORTEM


¿Vuelve el polvo al polvo? 
¿Vuela el alma al cielo? 
¿Todo es sin espíritu, 
podredumbre y cieno? 
No sé; pero hay algo 
que explicar no puedo, 
algo que repugna 
aunque es fuerza hacerlo, 
el dejar tan tristes, 
tan solos los muertos.


Estrofa final de la Rima LXXIII de Gustavo Adolfo Becquer



La muerte es el ocaso de una vida vivida, para unos desalentadora y trágica, otros tantos la reciben con ansiada necesidad, pero para todos ellos, el fin de su vida corpórea es el testimonio de que vivieron, es el hito tras el que se escribe la historia personal de cada uno. La muerte desvanece la vida pero no destruye sus pruebas, ellas son el ultimo vestigio de una vida, que solo cabe respetar y dignificar manteniendo sus restos incólumes tal como fueron religiosamente sepultados.

Lejos de atender a lo que dicta el sentido común y la propia moral, el Cementerio Parroquial de Sucina esta sufriendo un desmantelamiento sistemático de sus mas antiguas sepulturas, de aquellos difuntos que por carecer de descendientes directos o estar estos arraigados en otros lugares nadie sufraga el importe de las cuotas anuales, de este modo, se están exhumando cadáveres sin justificación para posteriormente ser desterrados como despojos en el mal llamado “osario”, porque mas tiene que ver con una escombrera; en un foso donde comparten habitáculo cuerpos sin identificar y escombro. Posteriormente las parcelas expropiadas se ponen a la venta pública cuando hay numerosas parcelas en desuso en la zona nueva del cementerio.
Semejante sacrilegio solo puede atender a la mayor de las inculturas, porque deber es de la Parroquia el de velar por sus feligreses y difuntos, además de preservar el valor histórico de las sepulturas.

Mientras se perturba el descanso eterno de los que se fueron, la Corte Parroquial esta más entretenida en solemnes ceremonias envueltas de paños púrpuras y eventos recaudatorios que bien podrían cubrir las cuotas de esos enterramientos históricos desahuciados.




En este foso, el llamado "osario" son depositados los restos. Por respeto a los difuntos y para no herir la sensibilidad de los lectores no se ha fotografiado el interior donde se entremezclan huesos desparramados con escombro.

Fdo. UN VECINO