RESEÑA HITORICA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO.
Como todos los aconteceres de relevancia histórica, merecen ser destacados, relatados en su justa medida para que puedan ser inmortalizados en la memoria y en el tiempo. Es por ello que Marcelino Menéndez Pelayo adelanto que: "Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte”. Y para procurar que esto no ocurra, en este portal se pretende intensificar los saberes del pasado para darlos a conocer a la vecindad.
Las imágenes religiosas en el trascurso de la historia han sido objeto de idolatría, peregrinación, reverencia y culto, ya que fueron y son consideradas como depositarias de los valores eternos, siendo la personificación del catolicismo.
Nuestra Señora del Rosario como todos saben, es la patrona de Sucina; pero nada tuvo que ver con la construcción del templo, la imagen no dio origen al santuario religioso, si no que la patrona reino en el altar con posterioridad, aproximadamente 45 años después de su inauguración como parroquia.
En su génesis la capellanía solo contaba con dos cofradías, la del Santísimo y Las Benditas Animas y fue por el año 1789 cuando se realizó esta imagen. La talla tenía 6 palmos, con un niño, peana con nubes, dos serafines y andas para llevarla, todo en 2000 reales.
Un grupo de vecinos de Sucina y su párroco D. Juan Galera del Val y García fueron los que hicieron su traslado a pie desde Murcia a Sucina, con más de 30 km su esfuerzo y su fe fue tanta, que 220 años después los que aquí viven siguen guardando el mismo amor hacia su patrona como lo hicieron aquel grupo de sucineros.
Como no, todo esto se lo debemos al maestro D. Roque López, discípulo principal de Francisco Salzillo; nació en la Era Alta en el 1747 y falleció en el año 1811 en Mula a consecuencia de la fiebre amarilla. Hay una relación de los fallecidos de esta epidemia en Murcia que consta de 380 y en el número 64 aparece su nombre "D. Roque López, viudo".
Dicho esto, en realidad todos sabemos que solamente es un trabajo artístico realizado por un escultor, pero no podemos olvidar el significado y la importancia que tiene nuestra patrona para todos nosotros. La admiración, el fervor, la pasión que viene transmitiendo de generación en generación es la consecuencia del gran valor espiritual que tiene para los sucineros y aunque pasen muchos años más, que las generaciones venideras sigan sintiendo el mismo amor a su patrona;
"la Virgen del Rosario".
Este es nuestro pequeño homenaje a su escultor, al cura que gracias a su encargo fue realizada y nuestro agradecimiento a todos aquellos vecinos de Sucina que trajeron a hombros desde Murcia hasta Sucina a nuestra patrona.
Esta información está sacada del libro publicado en 1995 "Historia de una restauración".
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EL CRISTO DEL RESCATE.
El Nazareno.
¿Os habéis preguntado porqué sale en procesión el nazareno? pues esta es su historia.
Se trajo después de guerra porque todas las imágenes fueron destrozadas y fué donado por la familia Gomez que vivían en Cartagena y tenían varias propiedades en Sucina. Creo que no salió en procesión en muchas ocasiones, era muy pesado, a consecuencia de la emigración y con algunos aconteceres de la época hizo que faltara gente para poder sacarlo. En el año 1991 los marrajos de Cartagena vinieron a llevarse la imagen para una exposición yá que perteneció a ellos, su intención era de devolverla solo querían ponerla junto a otras imágenes que también fueron de ellos y exponerlas durante unos días, imaginense...
“Una mañana, una camioneta, en la puerta de la iglesia, vecin@s corriendo despavoridos, azorados sin saber que hacer, bueno… una de Berlanga”. Lo consiguieron, pero en realidad el único victorioso resultó ser el nazareno yá que gracias a los marrajos de nuevo la imagen volvió a la vida, estaba abandonada en un rincón, llena de polvo, con su túnica apolillada y era desconocida por varias generaciones a consecuencia de su abandono.
Su nombre actual es Jesús Nazareno aunque bien podía llamarse el Cristo del Rescate, no solo por su forma y expresión si no porque fue rescatado de aquel rincón del que tantos años había permanecido arrumbado.
Dos vecinas, Consuelo y Fina Navarro decidieron de hacer frente y de poder restaurar aquel Santo abandonado y lo consiguieron. Fueron pidiendo, vendiendo lotería y a la vuelta de un año la imagen salió en procesión, Juan Manzano trajo prestada una túnica de Elche y nos dejaron el trono de Casas Blancas y con mucho esfuerzo lo llevaron cuatro costaleros que por cierto, acabamos muertos.
Al año siguiente nos acompañaron los primeros nazarenos Pepito el Eugenio y sus hijas, Mª Dolores la de la farmacia y Encarna, Loli Manzano, las hijas de la Tere, los de Fina Navarro y algunos cuantos más y desde aquel año ¡fíjense lo que ha ocurrido!.
Desde aquí mi reconocimiento y el de todos para esas dos mujeres, Fina y Consuelo que con su trabajo y humildad lograron llevar a cabo esa maravillosa labor, espero que nunca se nos olvide y sepamos reconocérselo algún día.
Y como nó también agradecer a Ginés el Cartagena a Mariano el de la carretera y a su hijo Eduardo por la constancia y el esfuerzo que ponen para poder seguir saliendo en procesión, gracias a tod@s.
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LA CUSTODIA DE LA PATRONA
Anteriormente se escribió sobre la historia de la virgen del Rosario, quién fue su creador, cuando vino a esta parroquia, etc y en esta ocasión recordaremos a las personas que custodiaron a nuestra patrona, a esas personas que en plena Guerra Civil expusieron sus vidas para salvaguardar una imagen, la que actualmente preside nuestro Altar Mayor.En pleno movimiento muchas de las imagenes de Sucina fueron destruidas por vecinos de San Javier y algún que otro del pueblo pero no pudieron con la patrona ya que estaba custodiada por los vecinos de Sucina.Cuando las cosas se ponían cada vez más difíciles se vieron obligados a sacarla de la iglesia y llevarla a la casa de Escolástica y Cayetano donde estuvo guardada durante un tiempo en un hueco de armario de una pared; aunque era un secreto a voces nadie se atrevía a denunciar, fuera por miedo o al fin y al cabo por amor a su patrona.Una madrugada un grupo de vecinos la liaron en un colchón la echaron en un carro y se encaminaron hacia la capital, una vez allí la llevaron al museo de Salzillo donde muchas imágenes se pudieron salvar de la destrucción de los rebeldes, entre muchas la virgen de la Fuensanta, la de las Maravillas (de los Martinez del puerto), etc.
Parte de esto fue gracias al alcalde republicano que entonces presidía en la ciudad de Murcia, el señor Fernando Piñuela Romero al que a término de la guerra fue fusilado después de ser condenado por un tribunal militar por adhesión a la rebelión; de nada sirvió que el Obispo de la Diócesis de Cartagena Miguel de los Santos pidiera clemencia para este, incluso habiendo recibido cartas de agradecimiento por ciudadanos de ideas políticas diferentes incluyendo a Jose Maria Garcia guardador de la patrona de Sucina.
Piñuela era profesor y en el año 1936 fue elegido alcalde de Murcia, estaba casado con Caridad que curiosamente era de Sucina . Fue gracias a sus conocimientos en arte el interesarse por las imágenes de Salzillo creando así la Junta de Protección del Patrimonio Artístico de Murcia, con sede en la catedral.
Con esta reseña queremos homenajear a todas estas personas tanto republicanas como nacionales que contribuyeron a preservar a la que hoy es nuestra patrona La virgen del Rosario.
Información sacada de http://www.losrealejos.biz/article-fernando-pinuela-romero-39098331.html.
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EL ESTANDARTE DE LA VIRGEN DEL ROSARIO.
El estandarte de la Virgen del Rosario fué pintado por un amigo expresidiario de José Albaladejo Bernabé, el cual conoció cuando estuvieron presos en Murcia por pertenecer al bando nacionalista a principios de la Guerra Civil Española.
Actualmente se conserva la originalidad de la pintura. Cuando se realiza un estandarte nuevo recuperan la pintura del anterior cosiéndola sobre este, haciendo así que no pierda su antiguedad.
El anterior a este fué quemado durante los saqueos que se hicieron en la iglesia a principios de la guerra. Este hombre, José Albaladejo Bernabé(Pepe de la tienda nueva) era uno de los que salvaguardaron a la virgen en el interior de la iglesia antes de ser llevada a la casa de Escolástica y de allí a Murcia.
Pepe como así le llamaban,cuando finalizó la guerra decidió encargar uno nuevo, encomendándole aquel amigo esta pintura.
Desde aquí nuestro pequeño homenaje a un vecino de Sucina, que al igual que otros expusieron sus vidas para salvar la imagen de la partrona.
Reveindico el reconocimiento y el respeto para las personas que hicieron algo relevante para el pueblo.
Pido a la parroquia que en las tumbas de estas personas José Albaladejo Bernabé y su esposa Florentina Cutillas Albaladejo no cuelgen denuncias de embargo por impagos, que si no tienen descendientes que puedan ocuparse de pagar anualmente lo haga la parroquia, pues creo que es lo mínimo que pueden hacer por ellos.
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ANTIGUAS PROCESIONES.
Aproximándose la Semana Santa, como siempre son tantos los recuerdos, que hoy voy a escribir una reseña histórica sobre las procesiones de Sucina. Solamente puedo escribir de algunos años atrás yá que no soy tan mayor.
En el año 1981 ingresé en la parroquia para ser monaguillo y desde aquel año hasta hoy son muchos los cambios que han realizado entorno a nuestras procesiones. Nada tienen que ver con las de hoy, eran mucho menos populares y menos pomposas(como se suele decir).Cuando llegaba miércoles de ceniza, Juana la pasas yá tenía preparadas las lantejas, sembradas en macetones que crecían sin darle la luz y así tenían un color blanco para ponerlas en el Monumento, los monaguillos el Jueves Santo íbamos a coger lentisco con Paco el del cura para adornar los dos tronos que habían, El Cristo y La Dolorosa. Los tronos eran montados por Jeromín, Jose Ginés, Paco el del cura, los monaguillos y los arreglaban grupos de mujeres del pueblo como Santi, Angelita, Carmen(yá fallecida), Paquita y algunas más que ahora mismo no recuerdo, era todo muy sencillo y familiar.
Ese mismo jueves sobre las cuatro o las cinco la misa tán esperada por todos nosotros "el cura nos lavaba los pies" apartir de eso, velar el monumento y dejar de sonar las campanas hasta el Sabado de Gloria.
Muchos Viernes Santos había que ir al casinillo o al Arco a por costaleros porque llegaba la hora de salir y no habían hombres para poder llevarlos. No habían bandas de música ni de tambores, D José Macía llevaba un microaltavoz y cantaban durante la procesión cantos populares y se hacía el Vía Crucis(con eso era suficiente), sin más, así eran. Gracias al esfuerzo y el trabajo que han realizado los vecinos, hoy en día podemos presumir de unas procesiones muy bonitas, así que desde aquí, quiero recordar a las personas que yá no están entre nosotros y que también fueron partícipes de todo esto, nuestro recuerdo para ellos.
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Al Cristo de la Buena Muerte.
¡¡Santísimo Cristo de la Buena Muerte!!
que con denuedo la vida entregaste
cual nobleza erigida en estandarte
sin dudar a tus verdugos perdonaste.
Tu cuerpo yace sin vida
sollozos resuenan de madre
su pena fue compartida
así lo quiso tu Dios, nuestro padre.
Imperturbable asumiste tu suerte,
invencible suspiro de amor,
clavado descansa tu cuerpo inerte
en tu último aliento exhalaste amargor.
Del ascenso al monte Calvario
tejida en escarpada pasión
grabo en tu inmaculado sudario
el espíritu de la brava legión
Tu que fuiste abnegado carpintero
de severa austeridad,
crucificado en un madero
has conquistado la eternidad.
Escultor de nuestra historia,
redentor del jornalero,
siempre vivo en la memoria
con tu tez de caballero.
Tu que viniste a mi olvidada Sucina,
parroquia de origen labriego
recibirte quisieron con calidez campesina
y tu predicaste el sosiego,
Aquí de nuevo bautizarte quisieron
pero no olvidemos tu suerte
en ti del amparo escribieron
pero tuya es la Buena Muerte.
Cerbero.
