Este año al igual que los dos anteriores me libro de las vacaciones. ¡Qué guay!
Eso de irme al pisito de la playa durante todo el mes de agosto...¡Es agotador!.
Levántate a las 11 de la mañana, haz las cuatro tareas domésticas, vete a la playa, túmbate al sol media hora por cada lado, duerme la siesta, vuelve de nuevo a la playa, ponte el “pirifollo” y sal a tomar un helado. Uffff. Total; un ajetreo tremendo.
No sé como la gente puede aguantar esto.
Desde que llegó la crisis yo me lo ahorro.
¿Qué necesidad tengo de pasar un mes tan aperreado?
Con lo bien que estoy en el trabajo. Solo me paso unas 10 horas de pie tranquilamente, en lo que me gusta, y después vuelvo a casa a hacer prácticamente...¡Nada!. Almuerzo, (bueno, esto antes de irme al curre) comida, (esta también medio hecha por la noche para el día siguiente) cena, barrer, fregar, la compra, a casa de mi madre, atender al marido, a los hijos que se independizan solo de cintura para abajo, cuidar de mis peques y algún que otro etc. Bah, poca cosa.
¡Yupii! Hago vida de vieja pero con diferencia de ellas y mucho mejor.
Los mayores salen de viaje, pasean, platican, se echan sus partidas, toman su cafetito, etc, etc. y es otro aperreo del cual también me libro.
Cuánto me alegro al estar todos los festivos en casa, arreglando cosas, no salir ni a tomar una cerveza con lo que eso marea y el bullicio que se forma en los locales. Además, aunque no alterne tengo muy buenas amistades. Siempre he tenido buenos amigos, algunos con el mismo nombre, Caj...(del apellido no me acuerdo).
Ahora; a través de la suerte de mi marido me han venido aún mas. También se llaman Caj..., Ban... (nada, no me viene a la memoria los apellidos).
Son muy atentos, me escriben continuamente, no pasa día que no reciba alguna carta suya. Por cierto, estos Caj... y Ban... les gusta verme negra. Si un día me ven roja...¡Zas! Me quitan algún naranja.
No me importan los colores pero aquí si tengo que llevar ojo. Empezaron por poco pero con esto de mandar “comic” para las “misiones”... Digo yo que será eso, ¿no? porque no pasa semana que no me comuniquen: “Comisiones 34”. Claro, no es que una no esté por la labor de hacer obras de caridad pero, ¿qué van a hacer los misioneros con tanto cromo? A saber... Y no quiero ni pensar que esta dichosa crisis me ponga un techo de estrellas. Eso ya sería la repera. Huumm,, dormir fresquitos el bigotes y yo a la intemperie.
Para finalizar y daros un poquito mas de envida, me voy esta semana a pasar unos días al Hotel Clinica San José a conocer una pelotilla que muy cariñosamente se ha aposentado en mi vejiga.
Me despido de vosotros hasta la vuelta y espero encontrarme con todos mis buenos amigos incluyendo los Ban... y los Caj...(de los apellidos sigo sin acordarme).
Mari Carmen